domingo, 29 de julio de 2012

Economista Alternativo Christian Felber ( Economía del Bien Común).




La base del contenido para todo el proceso de la Economía del Bien Común es el libro designado con el mismo nombre. Aquí aparece resumido en 17 puntos: :
  1. Valores básicos de la Economía del Bien Común
  2. Cambio de coordenadas para el marco de incentivos
  3. Utilización de excedentes del balance financiero
  4. Liberación de la presión del crecimiento o anexión
  5. Limitación de las diferencias de ingresos y patrimonios
  6. Democratización y copropiedad de grandes empresas
  7. Bienes democráticos
  8. Banco democrático
  9. Reducción del horario de trabajo retribuido
  10. “Año sabático”
  11. Desarrollo de la democracia
  12. Asamblea económica
  13. Convenciones democráticas
  14. Cinco nuevas asignaturas obligatorias
  15. Competencias de gestión social

1. La economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones: Confianza, Cooperación, Aprecio, Democracia, Solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones son la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.

   2. El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando las coordenadas ‘afán de lucro-competencia’ por ‘cooperación-deseo de bienestar público’: Empresarios con espíritu de cooperación serán recompensados. La actitud competitiva conlleva desventajas.

   3. El éxito económico no será medido primando la cantidad de dinero obtenido, sino con el balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien común (a nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el balance principal de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común alcanzados. Mejorando los resultados del balance del bien común de las empresas en una economía nacional, mejorará el producto del bien común.

   4. Las empresas con buenos balances del bien común disfrutarán de ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de reparto de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.

   5. El balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así como créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la empresa, adquisición hostil de otras empresas, inversión en mercados financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos.

   6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están liberadas de la presión del crecimiento o anexión.

   7. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de 20 veces el salario mínimo. Propiedades que no excederán los 10 millones de euros, el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán repartidos como “Dote democrático” para las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de oportunidades (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica).

   8. En grandes empresas a partir de un elevado numero de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas publicas.

   9. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación: la infraestructura básica.

   10. Un bien democrático importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo social. Los mercados financieros en la forma actual ya no existirán.

   11. El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca, deseada por mayoría de 25-30 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades públicas.

   12. Cada décimo año en la profesión es un “año sabático” que será financiado a través de un salario mínimo sin compromisos. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el mercado de trabajo en un diez por ciento de la tasa de desempleo en la comunidad europea.

  13. La democracia representativa será completada por la democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por si misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento – ferrocarril, correos, bancos -. En una democracia real son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son un Derecho General de colaboración y control por parte de la ciudadanía soberana.

  14. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana.

   15. Aparte de la asamblea económica del bien común habrá otras convenciones para profundizar la democracia: convención para la educación, convención para los medios de comunicación y una convención para la creación de bienes democráticos.

   16. Para afianzar en los niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar serán introducidas las siguientes materias en los programas educativos: emocionología, ética, comunicación, educación democrática y experiencia de la naturaleza.

   17. Debido a que en la economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, deberán ser establecidas otras competencias de gestión, los más responsables y competentes, los más empáticos y sensibles, serán los elegidos, los que se capaciten, por encima de si mismo, como personas que piensan y sienten de forma ecológica y social, convirtiéndose en solicitados modelos.

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