martes, 28 de junio de 2011

Lo que hay detrás de lo que se ve

Conocerán un refrán muy, muy antiguo que dice que ‘De dinero y santidad, la mitad de la mitad’. Nos habían contado en los últimos seis meses que el planeta ya estaba iniciando una singladura de recuperación imparable que estaba llevando a la economía mundial a una fase de nuevo crecimiento; recordarán que aquí, en lacartadelabolsa, nunca se dijo tal cosa, al revés, siempre se dijo que la economía planetaria se hallaba inmersa en un proceso de agotamiento del modelo que había estado utilizando en el último medio siglo que se manifestó, primero en el desconcierto de una precrisis y, luego -ahora- en una crisis sistémica cuya salida vendrá, sí o sí, de la puesta en marcha de un nuevo modo de hacer las cosas.


Una ‘recuperación a la antigua usanza’, de corte clásico, tal y como hasta ahora se ha estado haciendo, es imposible por tres razones y un corolario: 1) porque el supuesto que se hizo cuando se puso en marcha el que ha sido nuestro modelo hoy se sabe que es falso: una oferta ilimitada de commodities a un precio ridículo, 2) porque la base que propicio el maravillosísimo crecimiento mundial está colapsada: la capacidad de endeudamiento, y 3) porque la mayor parte de la deuda existente es impagable; el corolario es obvio: teniendo en cuenta que en ese modelo que hemos estado utilizando las entidades financieras han sido las bombas que movían el valor de quienes lo tenían hacia quienes lo necesitaban, de quienes lo creaban hacia los que lo querían, las tres razones citadas han llenado a esas entidades de la porquería que se ha estado generando a fin de que los engranajes continuaran dando vueltas.

Se pusieron en marcha los planes E a fin de recuperar lo irrecuperable; visto eso se pasó a sanear lo insaneable, con espejismo incluido: el consumo generado a base de desahorro y los flecos de los planes E que forzaron exportaciones de unos sitios hacia otros; pero ha bastado un mal sueño para que el monstruo volviese a pasearse por el jardín (cuando, en realidad, no hay tal monstruo: la casa es la que se está desmoronando, y no debido al soplido de un gigante, sino por la aluminosis que se ha manifestado.

Claro, claro, lo que llega a la opinión pública, a la población, lo que se cuenta a la gente, lo que se explica a los votantes, son hechos aislados: la deuda griega, el crecientísimo nivel de endeudamiento en Brasil, la no recuperación de la vivienda en USA, la caída de la producción manufacturera en China, la lentitud de los cambios sociales en Latinoamérica, cosas que son todas ciertas, pero pienso que no son más que manifestaciones de la crisis sistémica que, pienso, irá a más, del mismo modo que las subprime, la puesta en escena del engaño griego, las colas ante las oficinas de Northern Rock o la quiebra de Lehman lo fueron de la precrisis.

Pienso que el planeta está cayendo, ¡porque tiene que caer!, de forma amortiguada: no estamos en los años 30, pero se tiene que caer porque hay que liquidar todo vestigio del modelo que ya es pasado; y así va a seguir.

(Me preguntan: ‘¿Qué crees que debería hacer Grecia?’. Y digo que ahora, teniendo en cuenta en el lugar en el que se halla, considerando su situación, debería, si puede, si le dejan, si no le envían a la Legión IX (aquella que se dice que desapareció en lo que ahora es Escocia), decir a quienes tienen su deuda: ‘Señoras y señores, no puedo pagar, y como no puedo pagar, ¿qué les parece si dejan de clavarme clavos en el ataúd en el que me han metido y empezamos a hablar como personas civilizadas?, y no se pongan gallitos porque Uds., sus empresas, sus bancos, sus familias, su ciudadanía, tampoco puede pagar’. ¿Creen que las cosas le irían peor de lo que le van a ir haciendo lo que le dicen que tiene que hacer?.

No hay nada ideológico en eso: es un puro análisis coste-beneficio: todos ganan porque nadie pierde todo, y, ¿quién sabe?, tal vez sea el germen de una mayor, necesaria e imprescindible coordinación, de una creciente colaboración: cada uno a su puta bola y machacando al vecino, como que no: lo de ‘el ganador se lo lleva todo’ estuvo muy bien, pero es precisamente el modelo en el que la máxima era máxima el que ha entrado en una crisis sistémica porque está agotado. Nadie va a cobrar todo lo que le deben porque nadie puede pagar todo lo que debe; se puede continuar manteniendo la ficción: ‘¡Huy, qué bonito es el vestido del rey!’, y se hará porque así ha de ser: la caída está siendo amortiguada y así seguirá, pero no olvidemos en ningún momento que el rey está en pelotas.

Hace unos años se decía sobre Suazilandia: ‘¿Suazi-qué?’. Como las cosas sigan yendo como ahora van tal vez digamos mañana en relación a Grecia se diga ‘¿Greci-qué?’. No lo descarten, no lo descarten

Es pura ficción, ya: se exige a Grecia que de unas garantías que Grecia no puede cumplir, pero lo importante es que diga que va a cumplirlas; se pide a la banca acreedora que diga que, de forma voluntaria, está dispuesta a posponer unos cobros que no va a percibir porque el deudor nunca va a poder pagar, y se le pide que diga eso cuando se sabe que la banca acreedora no puede decirlo porque, si lo hiciese, se le caería la contabilidad; se exigen unos recortes en cosas esenciales y unas subidas de impuestos al deudor que no fueron exigidos ni en el Tratado de Versalles. Es la ficción de los Marx Brothers pero llevada más allá del absurdo: se quiere construir una casa para encontrar un tesoro porque es necesario creer que el tesoro va a ser encontrado porque esa pasta va a arreglar todo).

(Pienso que la Sra. Ministra de Economía del reino debería cambiar el mensaje. Es cierto que, de momento, a España le están comprando todo el papel que emite (al Estado, a las personas españolas físicas y jurídicas no a todas, pero eso es otro tema), sin embargo se lo están comprando porque el reino cada vez está pagando más para que se lo compren; es decir, España está vendiendo papel y a cada día que pasa le está resultando más caro venderlo … aunque no tiene otro remedio que vender. La verdad, no veo el motivo para la alegría).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

Fuente: La Carta de la bolsa






















martes, 21 de junio de 2011

VIDEO IMPRESIONANTE



Magnífico video donde vemos con claridad, que la unión hace la fuerza entre los más débiles.

Y despues dicen que los animales no sienten.

El Ho’oponopono, técnica hawaiana de curación del alma.



El perdón, el amor y la gratitud son las palabras claves de un método antiguo de sanación hawaiano llamado Ho’oponopono. En hawaiano, Hoo significa “causa” y Ponopono es “perfección”.

El Ho’oponopono es un proceso de contrición, arrepentimiento y perdón. Consiste en pedirle a la divinidad, al amor universal, que transmute y reemplace las energías tóxicas que puedan hallarse en uno mismo y que influyen en el mundo que nos rodea.

El doctor Ihaleakala Hew Len, quien ha llevado este conocimiento al mundo occidental moderno, señala que es una técnica muy sencilla que nos permite colocar nuevamente nuestra página vivencial en blanco, con el uso de las palabras: lo siento, perdóname, te amo, gracias.

A mí me parece hermoso, por lo sencillo y profundo.

El Ho’oponopono parte del principio de que todos hemos contribuido de alguna u otra manera a lo que estamos viviendo. En otras ocacsiones hemos hablado del poder del pensamiento y las emociones para crear nuestra realidad. Partimos del principio de que hemos creado algo al aceptar que es posible, al atraerlo con la fe o el temor, o con nuestras acciones. Entonces, pedimos perdón por cualquier cosa que esté en nosotros que haya atraído esa situación que queremos cambiar. Pedimos a la divinidad que disuelva, en nosotros, el origen de la situación; no importa buscar el “porqué”, sino pedir que lo disuelvan. Luego, perdonamos a cualquiera que esté involucrado, incluyéndonos.

Para lograr un cambio externo, primero hay que hacer un cambio interno. Es potente pedir que se disuelva primero en nosotros las causas de lo desfavorable.

Si hemos contribuido a una situación desagradable, también tenemos entonces el poder para crear lo contrario. Esto es retomar el poder que tenemos como hijos de Dios que somos para ir cambiando nuestras vidas; sobre todo si “trabajamos” con la divinidad. “Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Luego del perdón, el amor es la máxima energía de sanación, que llena el espacio donde estaba el resentimiento y el rechazo a las personas y a la situación. Como han dicho todos los grandes maestros del mundo, el amor es el máximo estado de libertad, de bienestar, de comunión con la divinidad.

¿Qué nos queda entonces? Dar las gracias. La gratitud cuando se practica antes de ver los resultados es un acto de fe. Te agradezco de antemano porque sé que ya está dado. Gracias también implica aceptación de que el cambio viene de Dios, de la gracia divina, de nuestro Ser Superior o Conciencia Crística.

En una situación problemática con alguien, podemos decirle mentalmente: Lo siento, te amo, gracias. Perdóname Padre, lléname de tu amor, gracias.

Estas son las palabras mágicas que debemos enseñarle a nuestros niñitos. Si las usamos todos los días con ellos y las decimos de corazón, seguro crearán magia en ellos, y en nosotros, claro.

Dios pido perdón por haber contribuido a la contaminación de mi planeta y a todo lo que no me gusta en mi país. Lléname de amor para poder transmitirlo. Te doy las gracias.

domingo, 12 de junio de 2011

El mundo en rumbo de colisión - Manfred Max-Neef

Conferencia del Premio Nobel Alternativo de Economía Manfred Max-Neef, en la Universidad Internacional de Andalucía.

Magnífica conferencia, donde se apunta al corazón de la realidad económica mundial y cual sería el camino a tomar para buscar un mundo más humano para todos.




- La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
- El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.
- El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento.


Esto irrita mucho a mis colegas y les cuesta mucho tragarlo. Es como darles una bofetada.

- Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas.

- La economía es un subsistema de un sistema mayor y finito que es la biosfera y por lo tanto el crecimiento permanente es imposible.

- Ningún proceso o interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima o sobre la reverencia por la vida.


Visto:Oro de los Dioses

Fuente:Meffedia

Misterio en Catania: todos los relojes se adelantan 20 minutos diarios desde hace una semana

El tiempo ya no es lo que era en Catania. Desde hace una semana, todos los relojes electrónicos de esta localidad siciliana se adelantan de 15 a 20 minutos diarios, y nadie sabe por qué. Dos investigadores creen que este fenómeno tiene que ver con los campos electromagnéticos del Etna, el volcán que domina la ciudad. Otros apuntan a un fallo en el cable submarino del suministro eléctrico.

Fuente: euronews

sábado, 11 de junio de 2011

EL PODER DE LA INTENCIÓN

El poder de la intención, nos da la fuerza y energía ncesarias para vivir unidos a la fuente de la vida, haciéndos mejores cada día.

Las doce ideas para estar conectados a esta fuente de la vida, son:

1) Quieran más para otros que lo que quieren para si mismos.

2) Visualicense rodeados de los eventos y las cosas que les gustaría tener y hacer.

3) Ser agradecidos en su vida.

4) Manténganse en armonía con su fuente de la vida, a través de la intención en todo lo que hagan o necesiten.

5) Pensar positivamente en todos los aspectos de la vida y nunca juzgar a los demás.

6)Contemplarse rodeados por las condiciones que queremos producir o tener, y se producirán.

7)Entender el arte de permitir, siendo menos exigentes con nosostros mismos y abriendo nuestros corazones.

8) Practicar la humildad.

9) Estado de gratitud constante.

10) Jamás se puede resolver un problema condenándolo. No hay que avergonzarse nunca de tomar el camino de la conciencia hacia la fuente de la vida, que contiene la verdad y justicia.

11)Implicarse en todas las actividades de la vida, con la intención de dar a los demás. Este llenara nuestras vidas.

12) Meditar, pues esta es la forma de manternos conectados a la fuente de la vida.

Otro aprendizaje que se obtiene de estos videos es:

La felicidad es algo que decides antes del tiempo.

Si me gusta mi cuarto o no , no depende de cómo están ordenados los muebles sino de como ordeno mi mente.

CUANDO CAMBIAMOS LA FORMA DE VER LAS COSAS, AÚN ESTANDO ABSOLUTAMENTE CIEGOS, LAS COSAS QUE VEN CAMBIAN.


Son 15 videos de unso 10 minutos cada uno, que conforme van avanzando , va en aumento su interés. Magníficos.


Parte 1



Parte 2



Parte 3



Parte 4



Parte 5



Parte 6



Parte 7



Parte 8



Parte 9



Parte 10



Parte 11



Parte 12



Parte 13



Parte 14



Parte 15

El viaje al poder de la mente

martes, 7 de junio de 2011

Gregg Braden - La Ciencia de los Milagros (1/7)

Estos videos nos hablan sobre el poder curativo de nuestras emociones unidas a los pensamientos, lo cual da como resultado el sentimiento curativo, que nos cambia físicamente. Es realmente impresionante.

Parte 1



Parte 2



Parte 3



Parte 4



Parte 5



Parte 6



Parte 7

lunes, 6 de junio de 2011

Entrevista a Brian Weiss: "Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana"

El gurú de la reencarnación en Occidente cuenta, en esta entrevista, sus experiencias personales y su relación con la comunidad científica tradicional.
Brian Weiss
"Jung se anticipó a su tiempo: comprendía lo misterioso, lo espiritual, lo intuitivo", dice Weiss.

Por Ignacio Escribano

Hasta que esa extraña idea de la regresión a las vidas pasadas se le metió en la cabeza, Brian Weiss era, según los rígidos cánones academicistas, occidentales y machistas, un hijo soñado. El alumno perfecto. Un ciudadano modelo. El profesional envidiado por el resto de sus colegas.
Graduado magna cum laude en la Escuela de Medicina de la Universidad de Columbia, con un posgrado en la Universidad de Yale, Weiss fue uno de los jefes de psiquiatría más jóvenes del prestigioso hospital Mount Sinai, de Miami.
A simple vista, hay que admitirlo, es todo un catedrático. No obstante, cuando el diálogo cobra vida y entra en acción, sus modales, que han olvidado la solemnidad absurda pero que conservan la cortesía y el refinamiento, invitan a que uno se olvide por completo de que se está frente al controvertido doctor de trascendencia internacional, que decidió suspender la lista de espera de su consultorio cuando ésta ya superaba los cinco años.
“Era poco sensato planificar una visita médica con tanta anticipación”, aclara el autor de best sellers como Lazos de amor, El mensaje de los sabios o A través del tiempo, con millones de copias vendidas en todo el mundo.
Weiss, de 59 años, casado con su eterna Carole y dos hijos, no se comporta con la arrogancia de sus diplomas. Sin necesidad de fruncir de ceño en señal de jactancia, sus observaciones inspiran, acaso más por la sensibilidad que por la agudeza de las mismas, un respeto próximo al afecto.
“He recorrido un largo camino desde el día en que, médico de formación clásica, profesor de psiquiatría y escéptico empedernido, me di cuenta de que la vida humana es algo más maravilloso y profundo de lo que me había hecho creer incluso mi rigurosa formación médica”, cuenta este hombre que, si bien ha sido bautizado como el gurú de la reencarnación en Occidente, aún conserva la vestimenta arquetípica del académico contemporáneo: la camisa tiesa, abotonada casi hasta el tope, un discreto chalequito de fina trama y los pantalones pinzados que se prolongan en un reluciente par de zapatos náuticos. Todo eso, claro, en perfecta armonía con el puntilloso corte de pelo y los inexorables lentes de diseño italiano.
Su mensaje, certero como un rayo, saldrá disparado reiteradamente en dirección opuesta al del tradicional discurso cientificista: “Si una persona evoluciona en un ser más cariñoso, más compasivo y menos violento, es que ha tomado la dirección adecuada. Y aquí, lo que importa, no es la velocidad sino la dirección del camino que se elige.”
De temperamento decididamente sosegado, su semblante parece imperturbable. “Estuve meditando esta mañana”, confiesa Weiss, como develando un secreto.
Más seguidor de Carl Jung que de Sigmund Freud, a pesar de que utiliza muchas técnicas del maestro vienés en sus tratamientos -la hipnosis, por ejemplo-, advierte que las psicoterapias, al no tener raíces espirituales, no sirven para liberar la verdadera naturaleza de los seres humanos.
Y convencido de que cada vez que creamos grupos, nosotros y ustedes, estamos generando violencia, potencialmente, recuerda que sólo existe un grupo: el espíritu humano.
“Todo está conectado. Las almas no tienen raza, religión, sexo o nacionalidad; son almas, una forma pura de energía amorosa. Tenemos que aprender esto y enseñárselo a los chicos”, propone, apoyándose en una cita del místico cristiano Pierre Teilhard de Chardin: “No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual; somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”.
Según su experiencia, la psicología sólo funciona si el terapeuta logra conectarse con el paciente en un plano de verdadero afecto. “Lo que cura -insiste Weiss- es la relación, no la técnica.” Y resalta: “Puede que Freud no considerase sus teorías definitivas, pero para sus discípulos son dogmas de fe. Jung, en cambio, era un inconformista que se anticipó a su tiempo; comprendía lo misterioso, lo espiritual, lo intuitivo, pero lo rodeaban personas ávidas de dogmas.”
-En sus libros, usted también suele hablar de la intuición, algo que casi hemos olvidado de utilizar en nuestra vida diaria.
-La arremetida contra la mente comienza desde que somos muy pequeños. Se nos educa con valores familiares, sociales, culturales y religiosos que reprimen nuestros conocimientos innatos. Y si nos resistimos a esa acometida, se nos amenaza con el miedo, la culpa, el ridículo, la crítica y la humillación. O, también, pueden acecharnos el ostracismo, la retirada del amor o los abusos físicos y emocionales. Nuestros padres y profesores, nuestra sociedad y cultura pueden enseñarnos falsedades peligrosas. Y a menudo lo hacen. El mundo actual es una clara prueba de ello, pues se encamina a tropiezos y golpes, imprudentemente, hacia una destrucción irreversible. Pero si se lo permitimos, los chicos pueden enseñarnos la salida.
-¿Es cierto que las mujeres son más intuitivas que los hombres?
-Es así, están más abiertas a todos estos conceptos: espiritualidad, inspiración... Las madres siempre se han basado en su intuición. Por eso, creo que los científicos de hoy están equivocados. Si la ciencia y la tecnología, que se nos están escapando de las manos, no comienzan a desarrollarse en el contexto de nuestra sabiduría intuitiva, entonces estamos frente a un peligro. Porque, mal empleados, pueden destruir el mundo.
-¿Y por qué cree que a la comunidad científica le cueste tanto aceptar esas facultades que todos llevamos dentro?
-Porque existe un descreimiento generalizado sobre todo aquello que no puede verse o demostrarse por métodos científicos convencionales. Y eso está mal, es erróneo. Nos enseñaron que todo eso es supersticioso, o no científico, o inferior. Y no es así. Tenemos sentidos más allá de los cinco sentidos. Y uno de ellos es la intuición. No sólo en el arte, los grandes descubrimientos científicos también surgen intuitivamente, y no necesariamente desde de la lógica pura. El mismo Einstein lo decía. Tiene que haber un balance entre lo racional y lo intuitivo. Algo que, en mi caso, tardó años en llegar. Hasta que conocí a Catherine. Además, para recuperar ese equilibrio, no podemos olvidar que el amor es el componente fundamental de la naturaleza, que conecta y une a todas las cosas y las personas. Y la energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba. Lo que sucede es que aún no hemos aprendido a aprovechar esa energía tan básica y tan pura.
-¿Podríamos decir, entonces, que intuición y poesía son casi sinónimos?
-Sin duda están emparentados. Los griegos hablaban de las musas. Los poetas, los músicos y los artistas en general trabajan mejor cuando se dejan llevar por el cerebro derecho, es decir, por la intuición, lo espiritual, lo no lineal; y no siempre ocurre lo mismo cuando se guían por el cerebro izquierdo, el lógico, el racional. Le hemos dado una excesiva importancia a la razón, a un punto tal que casi hemos negado nuestra intuición, que era, precisamente, el sentido predominante del hombre.
Cuando conoció a Catherine, la paciente cuya historia se cuenta en su primer libro Muchas vidas, muchos maestros, Weiss ya había publicado más de cuarenta trabajos científicos y colaboraciones en publicaciones médicas, y había adquirido reconocimiento internacional en psicofarmacología y química cerebral. Con voz tenue, explica que durante más de un año había intentado aliviar los ataques de pánico de su paciente por medios de técnicas psiquiátricas convencionales hasta que, durante una sesión de hipnosis, bien freudiana, todo cambió.
La memoria de Catherine, en lugar de revolver por los cajones de su infancia, fue incluso mucho más lejos de lo que un escritor de cuentos fantásticos hubiera imaginado jamás: Catherine, ese mojón fosforescente en el camino de Weiss, se vio a sí misma, en otro cuerpo, 4.000 años atrás.
“Como hasta ese día era totalmente incrédulo a todos aquellos campos faltos de rigor científico, como la parapsicología, y además no sabía nada sobre las vidas pasadas o la reencarnación, ni me interesaba saberlo, al principio no consideré la vivencia de Catherine como una regresión -explica Weiss-. De todas formas, continuamos con la hipnosis en las sesiones siguientes porque notaba una clara mejoría en sus síntomas.”
A partir de entones, Weiss comenzó a investigar y a documentarse sobre el tema durante 15 largos años de silencio profesional. “Sabía que con tan sólo inferir algo, mis colegas me tomarían por demente”, recuerda, esbozando una sonrisa con un leve toque de picardía.
Pero cuando por enésima vez se convenció de que sus hallazgos eran efectivamente ciertos, decidió publicar, no sin un cierto grado de resquemor, cada detalle de las regresiones de sus pacientes. Y de las propias.
-¿Cómo definiría a la reencarnación?
-Es el concepto de que poseemos un alma inmortal, que puede llamársele también conciencia o espíritu, que abandona nuestro cuerpo en el momento de la muerte física para luego renacer en una nueva criatura para continuar en esa nueva vida con las lecciones que eventualmente la lleven a una realización espiritual plena.
-¿Y realmente cree que la realización espiritual plena sea posible?
-Sí. Lo que ocurre es que nuestros valores están todos revueltos, desordenados. Nos preocupamos demasiado por la impresión que le causamos a los demás o sobre cuánto dinero tenemos. Y todo eso es un tremendo error. Porque la felicidad viene desde adentro de uno. De saber disfrutar el momento presente. Sabemos que el amor puede curar, y que el estrés puede matar. Pero poco hacemos para aliviar nuestra mente. No es necesario ser rico para ser feliz. En mi consultorio he atendido infinidad de gente increíblemente rica, pero infelices. Y su tristeza se disipaba cuando comenzaban a cultivar sus valores humanos, a preocuparse por los demás.
Estamos atrapados en las preocupaciones de nuestra mente sobre el futuro, o lamentando el pasado. Aunque somos conscientes de que ni los lamentos ni las preocupaciones pueden modificar ni el pasado ni mejorar el futuro. Una cosa es planear, organizarse, eso está bien. Pero no preocuparse. Ese sentimiento se ha vuelto un hábito de lo más negativo. Lo mismo que con el pasado. Hay personas que se la pasan rumiando sobre sus errores, preguntándose una y otra vez por qué no hice esto o aquello.
-¿No cree que las psicoterapias pueden caer en ese rumiar constante, que termina volviéndose negativo?
-Entiendo que este no es puntualmente un tema sencillo. Es bueno ver el pasado y reconocerlo. Pero es cierto también que ese proceso, que puede ser muy doloroso, tiene un límite. Lo que yo le digo a mis pacientes es que aprendan de su pasado y que luego déjenlo ir. Ahora esté aquí, en el momento presente, que es el único lugar en el que va a encontrar la felicidad. Si seguimos varados en el pasado jamás seremos felices. Eso les digo.
-Entre tanto dolor y sensación de soledad, los psicofármacos son presentados como la solución a los problemas existenciales del hombre moderno.
-Existen muchas razones que explican ese fenómeno. La propaganda y la presión de la industria farmacéutica es enorme. Y, además, persuaden a los médicos para que receten sus productos de maneras subrepticias y a veces no tan solapadamente. Por otra parte, la tendencia de las universidades es a enseñar cada vez más a que el tratamiento pasa por la medicación. Pero sabemos que con las pastillas no alcanza. Porque cada depresión, ansiedad o cualquier síntoma, forma parte de un cuadro holístico, donde intervienen la mente, el cuerpo y el espíritu.
Las pastillas son una opción que no tienen por qué contraponerse con otras formas curativas. Pero de nada sirven sin la compasión y el entendimiento de que esa persona que está sufriendo es un ser humano y no un sistema bioquímico con bajos niveles de cierta sustancia. Y en algunos casos, aún siendo compasivo y con un buen tratamiento ni siquiera es necesario recurrir a la medicación. O, si se receta, se hace por menos tiempo y con dosis más bajas.
 -¿Cuál es la crítica más dura que tiene para hacerle a los médicos que ejercen la medicina “tradicional”?
-Bueno, generalmente son ellos los que me critican a mí.
-Bueno, a cada cual su turno. Pero con espíritu constructivo.
-Mi principal crítica es que los médicos necesitan abrir más su corazón y darse cuenta de que son sanadores. Y para eso, es preciso estar conectado intuitivamente con cada paciente, tener compasión y preocuparse sinceramente por esa otra persona. Y esto es bueno no sólo para el paciente, los médicos se sentirán mucho más satisfechos también. El paciente no es un hígado, un corazón o una vesícula. Les recordaría a los médicos que cada paciente es un ser humano, un alma al que deben acercarse con compasión y con el corazón abierto.
Dos preguntas más
 -¿Cómo definiría las almas gemelas (soul mate)?
-Por empezar, tenemos más de una. Y por eso almas gemelas no es imperiosamente un término romántico. Es gente con la que hemos vivido en otras vidas, y existe una forma de reconocimiento de sus almas que nos parecen familiares. O en la mirada, o al tocar las manos, ciertas cosas que nos hacen acordar. Un alma gemela no significa alguien con quien vamos a compartir el resto de nuestra vida. A veces, se trata de una persona que se cruza en camino tal vez por uno o dos meses solamente, pero su sola presencia nos ayuda a cambiar nuestras vidas y a evolucionar. Creo que en una dimensión mayor estamos conectados a cada una de las almas del planeta, e incluso de más allá. Todos estamos interconectados. Pero a la vez existen pequeños grupos de familias de almas, gente que ha vivido junta en varias ocasiones. Y a eso llamo almas gemelas. Este no es el único lugar o planeta donde existen almas. Existen también otras dimensiones donde también viven almas; los físicos están escribiendo sobre este tema.
-¿A su esposa Carole ya la conocía de otras vidas?
-Sí. A pesar de que nunca me encontré con ella en las regresiones. Sí, en cambio, encontré a mi hijo en una de mis propias regresiones. Pero sé, y ella también, que ya habíamos estado juntos antes. Nos conocimos de muy jóvenes; yo tenía 18 años y ella 17. Fue instantáneo. Ninguno de los dos estaba buscando una relación seria, éramos los dos todavía muy jóvenes. Si mi hija, que ahora tiene 22 años, hubiera tenido una relación tan seria como la mía cuando yo tenía 17 años, le hubiera dicho todavía eres una niña. En mi caso, y en el de mi mujer, fue algo muy especial, de reconocimiento, el sentido de familiaridad, de conexión, podíamos terminar las oraciones que el otro estaba diciendo, compartíamos los pensamientos... Yo no tenía ni idea de qué se trataba todo eso en aquel entonces, sólo sabía que era muy fuerte. Hasta que años más tarde, comprendí. Ahora sé de qué se trataba, y se trata, todo eso. Así que no tengo que hallarla en mis regresiones. Sé que somos el uno para el otro.
Fuente: Dioses en cuerpos humanos

LA MOLÉCULA ESPIRITUAL

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Parte 8