miércoles, 4 de mayo de 2011

Paul Stevens en ASPO 9 Bruselas: Arabia Saudí podría ser un importador neto de petróleo en 2037

El último día de las conferencias de ASPO en Bruselas ha empezado con la intervención de Paul Stevens, profesor emérito de la Universidad de Dundee e investigador senior de la Chatham House. Stevens ha dedicado su intervención a un asunto que a menudo es pasado por alto: ¿qué sucederá con los países exportadores de petróleo una vez que lleguen a la parte descendente de su curva de producción? Este profesor ha empezado recordando que los ingresos petroleros no son un sueldo, sino una simple transferencia de un fondo finito, y que parte de estos beneficios deben ser utilizados para reemplazar el valor perdido por la extracción de petróleo por algo más, preferentemente renovable.

Estos países exportadores se ven igualmente afectados por la dependencia, aunque esta vez de la renta petrolera y Stevens ha presentado algunas gráficas que muestran qué proporción de la renta petrolera se utiliza para compensar el déficit no petrolero de las economías de estos países. El desafío, además consiste en que los beneficios del petróleo aumentan el nivel de vida del país exportador y con este también el consumo de petróleo (y por tanto se reducen las exportaciones si la producción no aumenta también), reduciéndose también el tiempo disponible para una transición hacia la sostenibilidad. Este investigador ha realizado algunas simulaciones, y ha presentado algunas fechas significativas, como por ejemplo que para 2037, Arabia Saudí podría dejar de exportar petróleo. Stevens ha explicado que ha presentado estos datos a los propios saudís (que hace tiempo están preocupados por la cuestión), y que al comunicarles esta fecha, se hizo un gran silencio en la sala, solo roto por una pregunta de entre la audiencia: ¿y de dónde importaremos el petróleo?

Por supuesto, estas cifras dependen de muchos factores, como la velocidad a la que se extrae el petróleo, y el propio consumo interno. Si estos países quieren alargar el periodo exportador y tener más tiempo para la transición, deben reducir la intensidad petrolera de su economía, además de desarrollar fuentes renovables (e incluso el gas natural en el caso de los saudís). Las dificultades que se pueden encontrar derivan de la situación social en estos países, acostumbrados a precios muy bajos del petróleo y a un cierto derroche energético en el sector doméstico y de servicios.

El siguiente orador ha sido Darren Bezdek, compañero del conocido Robert Hirsch en MISI. Bezdek ha venido a presentar algunas de las conclusiones del libro que ha escrito junto a Hirsch, un desarrollo del ya conocido informe Hirsch. Este informe se conoce sobre todo por establecer que son necesarias al menos dos décadas para prepararse para un choque petrolero, pero también por ignorar todo esfuerzo de mitigación basado en la gestión de la demanda. En el mundo de Hirsch y Bezdek, la única solución (que admiten además que será insuficiente), es aumentar como sea la producción de líquidos para el transporte, sin importar que se trate de los sucios petróleos no convencionales o de costosos y contaminantes procesos como la transformación de gas y carbón en combustibles líquidos. Por otra parte, el libro comete la tremenda imprudencia de ignorar las evidencias científicas que apuntan a un cambio climático de origen humano, algo que daña gravemente la credibilidad de sus propuestas. Parece que para que sus alternativas sean aceptadas, es necesario negar el cambio climático antrópico.

Fuente: Crisis Energética

No hay comentarios:

Publicar un comentario