miércoles, 4 de mayo de 2011

El sueño americano se está convirtiendo en pesadilla para la clase media de EEUU.

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La destrucción de empleo, el repunte del precio de los productos básicos, el encarecimiento de la gasolina y, por su fuera poco, los ajustes impulsados por el gobierno para reconducir sus cuentas públicas que, en última instancia, inciden sobre todos los ciudadanos. Toda una suma de factores que reducen cada vez más la riqueza de los hogares y, como muchos coinciden, hacen plantearse si la clase media está en peligro de extinción.
 
"La clase media de Estados Unidos está siendo destrozada y sistemáticamente aniquilada", asegura en un artículo el Business Insider. Tan sólo hace falta echar un vistazo a unas cuantas estadísticas para darse cuenta de que el sueño americano se está transformando en una auténtica pesadilla.

No hace tanto tiempo, la mayoría de estadounidenses vivía en casas grandes, las famílias tenían uno o dos coches, no tenían problemas para comprar la ropa y los alimentos que quisieran y, la mayoría, aspiraba a enviar a sus hijos a la universidad. Nada hacía prever que el camino que llevaba años siguiéndose iba a cambiar. 

La mayoría creció creyendo que si trabajaba duro no tendría ningún problema y que si hacía todo lo que el sistema establecía como bueno, habría un lugar para ellos en la clase media. Hasta que estalló la crisis y el sistema se desmoronó. Ya no hay suficientes buenos empleos para todos. De hecho, ni siquiera hay trabajos poco cualificados para la mayoría

Más de 7 millones de empleos destruídos

Desde que estalló la recesión se han perdido 7,25 millones de empleos. A menos que se hagan cambios fundamentales en materia económica, financiera y política, los factores que están destruyendo a la clase media no remitirán.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el tiempo medio que un ciudadano está en paro es de 39 semanas. Pero los trabajos cualificados son cada vez más escasos y, de hecho, el país cuenta con un 10% menos de "puestos de trabajo de clase media" que hace una década.

Según datos recogidos por The Wall Street Journal hay 5,5 millones de estadounidenses que están desempleados y, sin embargo, no reciben ninguna prestación por desempleo. Además, el número de empleos de baja remuneración ha aumentado de forma constante durante los últimos 30 años y ahora representan el 41% de todos los puestos de trabajo que hay en Estados Unidos.

Si el panorama no es lo suficentemente desolador, hay más datos que certifican las dificultades a las que deben hacer frente los hogares. En los últimos 12 meses el precio medio de la gasolina en Estados Unidos se ha incrementado en un 30%. En este sentido, un conductor gastará alrededor de 750 dólares más por la gasolina en 2011 que en 2010. Por desgracia, parece probable que el precio del petróleo seguirá subiendo aún más.

Los niños, los más vulnerables

Lo más preocupante es cómo incide la crisis en los segmentos más vulnerables de la población, los niños y los ancianos. Según Alternet, en Estados Unidos, más del 20% de los niños vive en la pobreza. En el Reino Unido y en Francia la cifra es muy inferior, de un 10%. Y, según el censo de Estados Unidos, el número de niños que viven en la pobreza ha aumentado en alrededor de dos millones en los últimos 2 años.

Teniendo en cuenta todo este escenario, no extraña que el 59% de los estadounidenses estén recibiendo dinero del Gobierno en forma de subsidios de una forma u otra.

Fuente: El economista

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