sábado, 7 de mayo de 2011

AUTOESTIMA

La autoestima es la percepción cognitiva que tenemos de uno mismo. Cuando esta percepción empieza a distorsionarse, la autoestima empieza a sufrir.

El equilibrio psicológico se apoya en dos patas: la autoestima y la adaptación.

La autoestima es como una pata de cristal, ya que se rompe con mucha facilidad. Es importante tener en cuenta que nuestra cultura se basa en la represión, y la represión es el enemigo número 1 de la autoestima.

Si la persona no tiene capacidad de adaptación, se produce distrés (estrés desbordado, incontrolable) y a consecuencia de ello puede aparecer el desequilibrio psicológico. Si fallan las dos patas, entonces tenemos asegurado el desequilibrio psicológico y a la larga, una patología. Si la distorsión afecta a la calidad de vida de la persona, entonces no hay salud mental.

La autoestima es el núcleo principal de nuestra vida. El nivel de autoestima es el responsable de todo lo que ocurre en ella. Nuestros sentimientos, palabras y pensamientos, han ido modelando nuestra vida a través de los años y ellos son los responsables de nuestra vida actual.

El nivel de bienestar que somos capaces de experimentar, el éxito que podemos conseguir, lo satisfactorias que son nuestras relaciones, la creatividad que nos permitimos expresar, los logros que somos capaces de conseguir, y todos los aspectos de nuestra vida actual están intrínsicamente ligados a nuestra autoestima.

Mejorar nuestra autoestima es el mejor proyecto de vida que podemos asumir, al hacerlo estamos mejorando todos los aspectos de la misma, y nos estamos ocupando de la relación más importante que jamás tendremos. Nuestra relación con nosotros mismos.

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